R.R. Filipenses
Nuestra historia
La Congregación de RR. Filipenses Misioneras de Enseñanza fue fundada en Mataró (Barcelona) el 21 de Noviembre de 1858 por los hermanos Marcos y Gertrudis Castañer y Seda.
El fin específico de la Congregación es la «Renovación cristiana de la Sociedad» de acuerdo con las necesidades más urgentes de la Iglesia y con especial atención a los más necesitados. Lleva a cabo esta misión a través de obras de promoción humana y educación cristiana en Colegios, Residencias y Casas de Espiritualidad; colaboración en Parroquias y ayuda a movimientos eclesiales.
Al ser San Felipe Neri fuente de inspiración de la obra de los Fundadores, la espiritualidad de la Congregación está impregnada del espíritu de este santo: oración, caridad, sencillez, libertad y alegría, junto con el amor a María, la devoción y fidelidad al Espíritu Santo.
A mediados del S. XIX nace la Congregación para dar respuesta a las necesidades concretas del mundo obrero de la ciudad de Mataró. Permanece en el ámbito de Cataluña los cincuenta primeros años para abrirse en 1907 a Méjico y en 1914 a Castilla en España y a Cuba, cunas las dos fundaciones de abundantes vocaciones. La tarea primordial hasta mediados del S. XIX ha estado orientada a la pastoral educativa y social. A partir de este momento se inician en diversos países de Latinoamérica obras de carácter misionero y pastoral diocesana, hecho que origina que al celebrarse el primer centenario, la Sta. Sede conceda añadir al título de Filipenses el de «Misioneras de Enseñanza».
Actualmente la Congregación tiene 44 comunidades y 20 Colegios. Se extiende por España y por diversos países de América: Méjico, Cuba, Chile, Colombia, República Dominicana y EE.UU. Desde 2008, las Religiosas Filipenses están presentes en Sudán del Sur (África) en un proyecto de promoción humana y religiosa Intercongregacional.
La Iglesia tiene derecho de ofrecer la educación, haciéndose presente en el mundo de la cultura, creando y ofreciendo a la sociedad sus propios Centros educativos.